30/3/10

Planilandia

Este libro es todo un clásico, escrito en 1884 por Edwin A. Abbott mantiene aún toda su frescura y originalidad. Y es que su planteamiento es sumamente atractivo.

Planilandia es un mundo plano (como indica su nombre), de sólo dos dimensiones. Y allí se nos describe a sus habitantes, que tienen formas geométricas y organizan su sociedad por estratos, a mayor número de lados (regulares, eso sí), mayor categoría.
El caso es que el protagonista, un simple cuadrado, tiene un encuentro con un ser de la tercera dimensión, una esfera, y esto deriva en toda una serie de implicaciones y consideraciones.

La lectura se hace bastante entretenida y se termina en un periquete, pues es ciertamente breve. Ahora bien, su principal logro es la forma en que consigue enseñarnos a expandir nuestra manera de pensar y apreciar lo que nos rodea. Supone un ejemplo perfecto, que aprovecha brillantemente el juego de las dimensiones para caracterizar los diferentes grados de apertura mental, desde el punto de vista más cerril y autolimitado al más amplio y adaptable.

Y queda muy bien plasmada la dificultad de comunicación que se da entre los diferentes niveles. La confusión y el conflicto que produce toda anomalía (toda interferencia que se salga de la ‘norma’), que es vista como un ataque, una invasión, y que violenta las creencias o principios que fundamentan una cultura o sociedad.

Porque, cómo le explicas a un plano la existencia de una tercera dimensión? Supone un reto importante, pues se parte de referentes, de modelos y esquemas mentales diferentes y el cerebro tiende a traducir las cosas a su manera, o incluso a eludir o negar lo que no entiende.

Es por esto que la actitud es lo más importante, la disposición abierta y receptiva nos permite acceder a cualquier lado, por complejo o remoto o ajeno que nos pueda parecer. Si cuidamos de mantener esa apertura nuestra imaginación fluirá de forma adecuada y nos llevará hasta donde haga falta. Solo así puede darse la extrapolación, la asimilación de lo extraño mediante la comparación, la apreciación de los diferentes matices y de lo compartido o común y sus posibles significados o valores simbólicos. En fin, eso, que es un buen libro para aprender a pensar (o algo parecido, jeje). Un saludo.

PD:
Con el paso del tiempo esta obra ha generado bastantes productos derivados, algunas secuelas literarias (Flatterland, Sphereland, etc.) que se van por otros derroteros menos interesantes, al menos para lo que aquí nos toca. Y varias adaptaciones cinematográficas que, estas sí, valen mucho la pena.

La más antigua (al menos de las que yo conozco) es la 'Flatland' de Michele Emmer, de 1982. Se sirve de cristales, animados con una stop-motion sencilla a la par que resultona y con música de Satie, que hacen de esta obra una buena introducción a la historia, un breve esbozo y poco más.
En 'Y tu que sabes? 2' hay una pequeña escena donde se nos presenta Planilandia, correcta pero que tampoco aporta gran cosa.
Luego está 'Flatland - The Movie', que es un corto de media hora, que peca ligeramente de soberbia y de pretensiones didácticas, pero aun así tiene partes interesantes y logradas, y en conjunto resulta bastante entretenido.
Y, por último, 'Flatland - The Film', la mejor adaptación de todas, la que no tienes que perderte por nada. Es una película de animación que saca todo el jugo a la historia y la lleva incluso un paso más allá.
El diseño, la animación, los personajes, la actuación de las voces, el ritmo, todo funciona a la perfección para proporcionarnos un rato de intensa diversión y maravilla.
Nada más, un saludo.

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