31/7/09

El sueño lúcido

El mundo de lo onírico es difuso y resbaladizo. Muchos libros tratan el tema pero pocos llegan siquiera a rozar su esencia. ‘El sueño lúcido’ de Consuelo Barea es, desde luego, una de las principales referencias hasta la fecha. Hace un repaso detallado y extenso sobre la naturaleza de los sueños y todo lo que los rodea.

Proporciona bastante información técnica interesante. Sin embargo tampoco logra aclararlo todo (aunque tal vez se acerca bastante). Es lo que tienen los sueños, que no se dejan ‘resolver’ así como así. Cada uno se aproxima a ellos desde su experiencia y conocimiento y les intenta dar una explicación coherente, que por supuesto resulta parcial e insuficiente. Pero no entraremos ahora en eso.

Hay tres áreas principales respecto al sueño: Su vivencia, su plasmación y su interpretación. El sueño lúcido intenta explotar sobre todo la primera (aunque todas están estrechamente relacionadas entre sí). Lo que está claro es que todo esto requiere un cierto esfuerzo, una cierta voluntad de superación, una disposición abierta, positiva y receptiva y abundante paciencia y constancia (nada nuevo en realidad, no?).

Así el resultado depende enteramente de la aplicación de uno. Es un hábito edificante eso de llevar un diario de sueños. Luego ese material puede aprovecharse para ensayar interpretaciones, para ir conociéndote un poco más a ti mismo. Pues el sueño no es vano ni accesorio, es parte integrante de tu vida. Lo que aprendes a través de ellos (o directamente en ellos) es válido y efectivo.

La mente considera igual de ‘real’ lo diurno que lo onírico. Nuestra cultura tiene la rara idea de que no, que el sueño es residuo de lo vivido durante el día. Creencia que conviene desaprender si se quiere avanzar, pues el sueño es ‘extensión’ de la vigilia, no detrito de ella.

Pero no nos vayamos por las ramas. La idea principal es la búsqueda de la lucidez. Cuanto más despierto vivo cada momento más intensamente entro y me conecto a lo primordial, así mis sueños participan de esa lucidez y se desarrollan plenamente, con todo detalle. Revelándome aspectos considerables sobre mi persona y mi forma de desenvolverme con mi entorno. O sea, que el sueño es un camino de aprendizaje más que válido. Sírvase de explorarlo quien lo crea adecuado y saldrá beneficiado (si sabe hacerlo). Más información como siempre aquí en el blog. Un saludo y felices sueños, jeje.

PD:
"Waking Life" es una película de animación de Richard Linklater que trata asuntos relacionados con esto de soñar y tal. Bastante recomendable.

Pilar Socorro es una excelente locutora que, de tanto en tanto, trae a un experto a su programa y da la oportunidad a los oyentes de compartir sus sueños y buscarles alguna interpretación.

Luis Cencillo colaboró en dicho apartado durante bastante tiempo de forma destacada. Es interesante su libro "Los sueños y sus verdades" donde expone su visión del asunto. Sobre todo cabe resaltar su método de interpretación filológico-semántico, que es más que atinado.

Para profundizar en simbología y arquetipos el referente, claro está, es Carl Gustav Jung.

Jorge Luis Borges tiene una obra, "Libro de sueños", que recopila textos de las más variadas épocas y culturas relativos a los sueños.

Creo que eso es todo por ahora, un saludo.

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