La muerte es parte esencial de la vida. Y se hace imprescindible
conocerla adecuadamente, pues quien la teme no vive realmente. La
vida comienza cuando uno está en armonía con su naturaleza
efímera y transitoria, mientras tanto lo único que hay es miedo y
sufrimiento. Por eso se aconseja tomar contacto con alguna obra
como este ‘Bardo thos grol’ El Gran Libro de la Liberación Natural
Mediante la Comprensión en el Estado Intermedio (la edición de
Robert Thurman, publicada en 2006 por RBA es muy buena).
La cultura tibetana siempre ha estado orientada hacia lo espiritual,
hacia la trascendencia de lo material, de ahí su especialización en el
trance final. Lo interesante de su doctrina es que está planteada
desde y para el crecimiento personal. No busca someter ni
dogmatizar sino que alienta a la investigación, anima a la búsqueda
del equilibrio interior. Su proceso de liberación se basa en lo
observado a lo largo de toda su historia, pues su tradición les ha
llevado a depurar su percepción y comprensión de la vida, o sea que
tiene mucho de ciencia y poco de ‘mito’.
Así pues, el estudio de este texto puede aportarnos bastante. Por
ejemplo, se empieza a ‘ver’ de que va realmente eso de la
reencarnación. Cómo la muerte no es una conclusión sino un paso
más dentro de la larga cadena de la existencia. Y cómo prepararse,
estar dispuesto para ello en cualquier momento, cómo realizarlo para
no padecer o quedar atrapado entremedio.
Lo interesante de todas esas observaciones es que pueden aplicarse
igualmente a la vida diaria, pues todo forma parte del mismo asunto
(lo que es válido para la ultratumba también vale para lo terrenal),
de ahí lo importante de vivir en equilibrio, liberado de aprensiones y
temores. De ahí la importancia de buscar el conocimiento, pues sólo
la ignorancia produce el miedo, la evitación, la huida, la necesidad,
la compensación artificiosa, el aferrarse a lo ‘material’, a lo
‘conocido’, a lo ‘bueno’ (camino seguro a la perdición y al tormento).
Por eso habla continuamente de liberación, porque quien no ‘sabe’
no puede elegir, quien no conoce vive engañado por las apariencias,
atrapado en un plano primario, pobre, limitado. Así que toca abrir
bien la mente y explorar más allá de lo evidente, afinando los
sentidos, apagando los ‘ruidos’, soltando los nudos, disolviéndonos
en el vacío. Ommm… (ahí queda eso, lo dejo flotando… jeje)
PD:
Un complemento muy interesante sobre este tema es la serie
documental de TVE 'El laberinto del tíbet', especialmente su quinto
capítulo, donde se nos muestra con total naturalidad (y crudeza) el
procedimiento de funeral celeste, que consiste en descuartizar el
cadáver y entregarlo a los buitres, hasta eliminar todo rastro de él.
También, como curiosidad, puede echarse un vistazo al 'Libro de los
muertos' egipcio y ver su curiosa concepción del más allá que tan
extraña y difícil de comprender parece (sobre todo esa manía de
preservar los cuerpos. Por qué? Para qué? Cuál era su motivación en
ello?)
Y nada más por ahora, hasta otra.
31/5/09
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